La esencia antichovinista y antipacifista del internacionalismo proletario
El surgimiento del leninismo como el marxismo de la época del imperialismo y las revoluciones proletarias está inseparablemente ligado a la cuestión de la guerra y la paz. El imperialismo genera guerras y crisis, que inevitablemente crean las condiciones para las revoluciones proletarias. El internacionalismo proletario y el enfoque leninista de la cuestión de la guerra y la paz permiten al Partido Comunista convertir las condiciones previas para la revolución en la revolución misma. La tema de esta sección del seminario leninista es una de las claves de una política revolucionaria correcta.
El leninismo divide las guerras en guerras de liberación (levantamientos en las colonias, revoluciones socialistas), guerras defensivas (guerras de los países dependientes contra la agresión imperialista) y guerras injustas (ataques imperialistas y guerras interimperialistas). El leninismo señala la inevitabilidad de las guerras en el capitalismo.
La primera base de la posición de Lenin fue la guerra ruso-japonesa de 1904 a 1905, durante la cual Rusia intentó colonizar Asia de forma imperialista común, pero sufrió derrotas militares por las armas japonesas. En esos años Lenin formuló una posición sobre la actitud ante la guerra colonial agresiva de su propio imperialismo. En su artículo "La caída de Port Arthur", dedicado a una de las grandes victorias de Japón en esa guerra, Lenin escribió: "...la burguesía europea tiene toda la razón para sentirse aterrada. El proletariado tiene toda la razón para alegrarse. La catástrofe de nuestro peor enemigo no anuncia sólo que la libertad rusa se avecina. Anuncia también un nuevo ascenso revolucionario del proletariado europeo". 1 Lenin vincula la derrota revolucionaria de Rusia con la futura revolución en Rusia y la posterior victoria de la revolución en toda Europa.
Las guerras en la era del imperialismo conducen necesariamente a una crisis política: "Pero aún es mayor la importancia que la catástrofe militar sufrida por la autocracia reviste como síntoma del derrumbe de todo nuestro sistema político. ... Las guerras las libran ahora los pueblos, y esto hace que hay se destaque con especial claridad una de las grandes propiedades de la guerra, a saber: la que pone de manifiesto de modo tangible, ante los ojos de decenas de millones de personas, la discordancia existente entre el pueblo y el Gobierno, que hasta hoy sólo era evidente para una pequeña minoría consciente."2 Lenin escribió: "… la catástrofe militar tenía necesariamente que convertirse en el comienzo de una profunda crisis política."3
En esta obra Lenin ataca las ilusiones pacifistas de los socialistas pequeñoburgueses: "Y ahora [la "Rusia revolucionaria" pacifista eserista] ha terminado con una serie ded consideraciones triviales acerca de cuán inoportuno es "especular" (!!?) con la victoria de la burguesía japonesa, y de que la guerra es un mal "independientemente de que" acabe con el triunfo o la derrota de la autocracia. No. La causa de la libertad de Rusia y la lucha del proletariado ruso (y mundial) por el socialismo dependen en gran medida de las derrotas militares de la autocracia."4
Al final del artículo, Lenin señala explícitamente la victoria de los obreros a causa de la derrota militar de los imperialistas: "El pueblo ruso se ha beneficiado con la derrota de la autocracia. La capitulación de Port Arthur es el prólogo de la capitulación del zarismo".5 La derrota en la guerra provocó la revolución de 1905-1907.
La Primera Guerra Mundial fue crucial para la formulación de la teoría de la guerra y la paz. En aquella época, los socialistas se dividieron en tres facciones: los internacionalistas derrotistas (una minoría de socialistas en el mundo), los socialpacifistas y los socialchovinistas. Casi todos los socialistas de la II Internacional apoyaban a la burguesía.
En su libro El socialismo y la guerra6 y en otros escritos de la época, Lenin ataca a los socialchovinistas (es decir, a los defensores de su propia burguesía) y a los socialpacifistas (opositores a la derrota de "su propio imperialismo" y partidarios de la paz abstracta). En el "Manifiesto del Comité Central del RSDLP 'La guerra y la socialdemocracia rusa'" Lenin señala, tras enumerar los rasgos característicos y los crímenes específicos de ambos bloques, su igual hostilidad hacia los obreros: "Ninguno de los dos grupos de países beligerantes es mejor ni peor que el otro en lo que se refiere a saqueos, atrocidades y crueldades sin fin de la guerra..."7. Lenin define el deber del partido proletario como sigue: "el deber del proletariado consciente de salvaguardar su cohesión de clase, su internacionalismo, sus convicciones socialistas frente el desenfreno chovinista de la 'patriótica' camarilla burguesa de todos los países."8
Lenin señaló la importancia de la lucha contra el chovinismo de sus propios imperialistas y por la derrota de su propio imperialismo: "La tarea de la socialdemocracia de cada país debe consistir, ante todo, en combatir el chovinismo de su propio país. ... Pero a los socialdemócratas rusos no puede cabernos alguna duda de que, desde el punto de vista de la clase obrera y de las masas trabajadoras de todos los pueblos de Rusia, el mal menor sería la derrota de la monarquía zarista."9 Lenin señaló en este artículo: "La transformación de la actual guerra imperialista en guerra civil es la única consigna proletaria justa."10 Señaló la importancia de la lucha contra los revisionistas y oportunistas para los comunistas en su lucha durante la guerra mundial y en vísperas de la revolución socialista: "Hoy día es imposible cumplir las tareas del socialismo y conseguir la verdadera agrupación internacional de los obreros sin romper resueltamente con el oportunismo y explicar a las masas el fracaso de éste es inevitable."11
Lenin señaló la importancia de la lucha contra los chovinistas ocultos - socialpacifistas que no presentan consignas por la derrota del imperialismo y la guerra civil: "El pacifismo y la prédica abstracta de la paz son una de las formas de enbaucar a la clase obrera. Bajo el capitalismo, y sobre todo en su fase imperialista, las guerras son inevitables. ... En la actualidad, una propaganda de la paz que no vaya acompañada del llamamiento a la acción revolucionaria de las masas sólo puede sembrar ilusiones, corromper al proletariado, infundiéndole confianza en el humanismo de la burguesía, y hacer de él un juguete en manos de la diplomacia secreta de los países beligerantes. Es profundamente errónea, en particular, la idea sobre la posibilidad de una llamada paz democrática sin una serie de revoluciones."12
Las posiciones correctas de los derrotistas y partidarios de convertir las guerras imperialistas en guerras civiles condujeron a la victoria de la Revolución de Octubre en Rusia y a revoluciones en varios países de Europa. Una posición similar de los internacionalistas proletarios permitió encender guerras de guerrillas en Europa durante la Segunda Guerra Mundial en la lucha por la derrota de "su gobierno de Francia" y otros países imperialistas occidentales. Y luego permitió triunfar mediante la posición de derrocar al bloque imperialista fascista por los movimientos de liberación nacional y socialistas de Europa y Asia así como de la Unión Soviética socialista.
Hoy hay una agresión fascista y colonial de Rusia contra el pueblo de Ucrania. Consideramos nuestro deber luchar por la derrota militar de Rusia y la revolución en nuestro país. La victoria de Ucrania en la guerra defensiva conducirá a una crisis revolucionaria en nuestro país y en una serie de países, si la lucha de los pueblos de Rusia y Europa será conjunta y se basará en los errores de los imperialistas. Consideramos importante la lucha contra los chovinistas en todos los países. Consideramos nuestro deber luchar contra el socialchovinismo ruso, contra cualquier apoyo a Rusia en la guerra. Una importante tarea internacional de los comunistas es escindir el revisionismo mundial, que en parte está a favor del pacifismo. Es necesario separar a los pacifistas de los chovinistas abiertos y luego revolucionar a los pacifistas, llevándolos a posiciones leninistas.