Seminario «Las enseñanzas de Lenin están vivas» Bloque 8

Lenin, el internacionalismo proletario y la revolución internacional socialista

MLPD Alemania Gabi Fechtner, 

Queridas y queridos camaradas,

Lenin concretizó el internacionalismo proletario, diseñado por Marx y Engels, para la época del imperialismo y la revolución proletaria.

Definió como su esencia, "1) la subordinación de los intereses de la lucha proletaria en un país a los intereses de esta lucha en escala mundial;

2) que la nación que triunfa sobre la burguesía sea capaz y esté dispuesta a hacer los mayores sacrificios nacionales en aras del derrocamiento del capital internacional."1

En 1914, al comienzo de la Primera Guerra Mundial, cuando los partidos socialdemócratas de los principales países en guerra casi sin excepción habían pasado a la posición del socialchovinismo, Lenin defendió decididamente el internacionalismo proletario contra todas las influencias del nacionalismo y oportunismo burgués en el movimiento obrero.

La construcción del socialismo en la Unión Soviética, las Brigadas Internacionales contra el fascismo español bajo Franco, la derrota del fascismo hitleriano, todo esto fueron grandiosas victorias del internacionalismo proletario.

La ICOR caracteriza una nueva calidad del internacionalismo proletario en el sistema imperialista mundial al nivel de la nueva organización de la producción internacional.

El MLPD se ha comprometido en su programa de partido a asumir responsabilidad por los obreros y las masas populares en lucha en todo el mundo y a realizar cada tarea como parte integrante de la preparación de la revolución socialista internacional.

2. El internacionalismo proletario es también hoy en día el polo opuesto a un peligro fascista mundial en interacción con la preparación de la guerra mundial y el comienzo de una catástrofe ecológica global.

Todo esto lleva a la humanidad a una latente crisis existencial.

Se agudiza la contradicción insoluble entre las fuerzas productivas internacionales y las relaciones de producción capitalistas organizadas a nivel estatal-nacional.

Esta contradicción no la pueden superar ni Trump, ni Meloni, ni la AfD.

No se puede volver atrás la rueda de la historia.

Sólo la revolución socialista internacional puede abrir el paso a las revolucionarias fuerzas productivas internacionalizadas.

3. Con la exitosa Revolución de Octubre Lenin desarrolló ulteriormente la estrategia de Marx y Engels sobre la revolución socialista internacional.

Escribió sobre el significado de la Revolución de Octubre para esto, "que se ha roto el hielo, que se ha abierto el camino, que se ha indicado la dirección."2

Cuando Lenin tuvo que constatar que se había roto la cadena de la revolución internacional, evaluó en 1921:

"Ya antes de la revolución, y después de ella, pensábamos: o estalla inmediatamente la revolución –o por lo menos muy pronto– en los otros países, más desarrollados en el aspecto capitalista, o, de lo contrario, habremos de sucumbir.

A pesar de este convencimiento, hicimos todo lo posible para mantener en todas las circunstancias y a todo trance el sistema soviético, porque sabíamos que no sólo bregábamos para nosotros mismos, sino también para la revolución internacional."3

La estrategia y táctica marxista-leninista no tiene nada que ver con el palabreo trotskista de la "revolución internacional”, con el cual tapan su capitulación ante la preparación y realización de la revolución socialista en el propio país y la desplazan al día que nunca vendrá.

La estrategia y táctica de la revolución socialista internacional es una orquesta de los diferentes procesos revolucionarios en los diferentes países.

"A partir de este hecho, por supuesto, no se debe sacar la conclusión de renunciar a la posible realización de una revolución proletaria en un país determinado. La única consecuencia apropiada es que el proletariado en cada país, antes, mientras y después de la toma del poder político, tiene que hacerlo todo para llevar adelante la revolución proletaria también en otros países.

Y viceversa, en todos los países esto significa, impulsar con todas las fuerzas la revolución proletaria en el país propio.

Entonces la revolución proletaria internacional puede avanzar y apropiarse de modo socialista de todo el potencial de las fuerzas productivas revolucionarias."4

4. No hay ninguna revolución sin o contra la clase obrera y las masas populares.

Por eso, como meta de la primera etapa no revolucionaria en la lucha de clases, hay que ganar para el socialismo a la mayoría decisiva del proletariado industrial internacional e integrar a las amplias masas en la lucha contra los gobiernos y los monopolios.

Para eso el socialismo necesita un nuevo prestigio.

Quién quiera saltar por encima de este paso impacientemente y de manera revolucionarista, no trabaja seriamente en la preparación de la revolución.

Hoy, los sectores dominantes han construido, con un sistema internacional del modo de pensar pequeñoburgués con el núcleo del modo de pensar pequeñoburgués-anticomunista, un dique contra el socialismo científico.

Al mismo tiempo, los obreros y las masas también tienen legítimas preguntas, cómo pudieron pasar errores en la construcción del socialismo, y porqué hoy ya no existe ningún país socialista, y cómo se puede evitar una nueva traición revisionista.

La causa de la traición al socialismo fue el avance del modo de pensar pequeñoburgués en los principales dirigentes en el Estado, la economía y el partido, del cual nació una nueva burocracia que restauró el capitalismo.

El MLPD sacó de esta experiencia la conclusión decisiva de que el socialismo hoy en día se tiene que construir sobre la base del modo de pensar proletario.

Eso significa que las masas construyan realmente su socialismo.

Para eso se debe realizar una cultura de disputa proletaria y democrática y fomentar la crítica y autocrítica como ley de desarrollo.

Las masas tienen que ejercer un control sobre su dirección.

Para eso necesitan también derechos de criticar a personas o incluso destituir a aquellos en los cuales ha avanzado un modo de pensar pequeñoburgués-egoísta y pequeñoburgués-arribista y que ya no trabajan en el sentido del socialismo.

No vice versa: que estos dirigentes lo dominen todo y opriman a personas que tienen críticas.

Se necesita un sistema de autocontrol - control desde arriba, control desde abajo y autocontrol.

Estructuras esenciales para esta función de control son los sindicatos, las organizaciones de masas que tienen amplios derechos.

¡El socialismo sólo funciona si la gente misma lo sostiene, si la clase obrera realmente tiene el poder!

Por supuesto que se tiene que combatir consecuentemente a los enemigos del socialismo, pero en esto hay que actuar cuidadosamente.

Rechazamos una “política de corte de cabeza”, cuando alguien ha cometido un error.

Es muy dañina porque no parte de la variabilidad del modo de pensar o sea de las personas.

Quién dude de la variabilidad del modo de pensar no puede construir el socialismo.

También forma parte del verdadero socialismo que problemas ideológicos, como la creencia religiosa, no se pueden solucionar por decreto.

Se tiene que llevar a cabo una activa lucha ideológica, una lucha masiva por el modo de pensar, los obreros y las amplias masas deben ser capacitados, educados y se debe fomentar su iniciativa democrática para que puedan descubrir el burocratismo, el arribismo y la traición.

Esta es una tarea principal del partido marxista-leninista y de la dictadura del proletariado en el socialismo que tienen que proteger y garantizar todo esto.

5. Con el carácter de crisis agravado del sistema imperialista mundial, aparece también cada vez más a menudo la latente crisis de la ideología burguesa.

Como expresión de la confusión social, algunos sectores de las masas y también de la juventud ya no consiguen diferenciar entre la izquierda y la derecha en sus legítimas críticas a las condiciones sociales.

En sus cabezas se mezcla la crítica al capitalismo con conceptos oportunistas o incluso con la influencia de la instigación socialchovinista y hasta fascista.

Para solucionar esta confusión ideológica y ganar a las masas para un nuevo auge en la lucha por el socialismo, necesitamos una propaganda socialista popular con el núcleo de una consciente estrategia y táctica en la lucha por el modo de pensar.

Sólo con la concentración de las fuerzas y en ataque directo al modo de pensar pequeñoburgués o a la demagogia socialfascista podemos ayudarles a las masas a enfrentarse exitosamente al modo de pensar pequeñoburgués y organizar la superioridad de la ideología proletaria.

Hay que tener en cuenta que la opinión dominante es la opinión de los sectores dominantes, como dijo Marx, y que no está en nuestras manos cambiarlo a nuestra voluntad.

Nosotros decidimos concentrar nuestras fuerzas en la participación en las elecciones regionales en Turingia, donde el ideólogo jefe de la AfD Höcke presentó su candidatura - una elección a la que estaba atenta toda Europa.

Con nuestro lema principal "¡Quién vota por la AfD, vota por el fascismo!" nos pusimos en medio de la lucha polarizada por el modo de pensar entre las masas, en miles de conversaciones desmontamos la demagogia de la AfD, aclaramos lo que es fascismo y, a través de mítines, organizamos puntos culminantes con los que asestamos derrotas a los fascistas y transitoriamente conquistamos el liderazgo de opinión.

La cultura del internacionalismo proletario jugó en esto un papel muy importante.

Nosotros dijimos "¡Quién quiera combatir el fascismo de la AfD, tiene que apoyar al MLPD!" y luchamos por la ampliación del Frente Único antifascista con nuevos aliados.

Paralelamente hicimos propaganda por el verdadero socialismo y construimos decididamente al MLPD y nuestra asociación juvenil REBELL.

Lenin reconoció ya el decisivo papel del modo de pensar y explicó:

"Cada una de estas transiciones [del movimiento de masas proletario – nota de G. F.] estuvo preparada, de un lado, por el esfuerzo del pensamiento socialista … y, de otro, por los profundos cambios operados en las condiciones de vida y en toda la sicología de la clase obrera."5

6. Queridas y queridos camaradas,

la meta de la revolución socialista internacional hoy en día debe ser la construcción de los Estados socialistas unidos del mundo.

Hoy, los Estados socialistas unidos del mundo están materialmente preparados con la nueva organización de la producción internacional.

Sin embargo, esto está en cuestión a causa de la catástrofe ecológica global.

Ha comenzado una carrera contra el tiempo de conquistar a tiempo a los Estados socialistas unidos del mundo.

La masiva lucha por el modo de pensar, por ganar a la mayoría decisiva de la clase obrera y las amplias masas para emprender un nuevo intento en la lucha por el socialismo, obtiene una importancia histórica mundial.