Seminario «Las enseñanzas de Lenin están vivas» Bloque 7

Lenin y la construcción revolucionaria del partido

FLSP Sri Lanka, Chathura Gunathilaka, 

En la controversia del concepto que Lenin usó acerca de la construcción del partido revolucionario no basta con repetir las consignas. Cuando uno se ocupa con esta cuestión, es importante, no solo imitar sus palabras, sino estudiar su modo de pensar; sacar consecuencias de los éxitos de Lenin en los diferentes ámbitos y compararlas con la situación actual, la cual es diferente y es parte del estudio de su modo de pensar. Lo que Lenin en aquella época dijo con respecto al partido revolucionario no ha cambiado mucho, en términos de calidad, al tiempo actual. Lo que él pensaba tiene aun validez. Sin embargo, es importante entender su concepto desde sus raíces. Por esto tenemos que partir desde la existencia del capitalismo, puesto que la necesidad del partido revolucionario se basa en la destrucción del capitalismo.

EL capitalismo nació con la marca de la muerte en su frente. En el mecanismo del capitalismo en sí ya hay problemas con saqueos. Su propia destrucción se manifiesta en las contradicciones de su propia relatividad. Por ejemplo, cada vez, que el capital intenta aumentar sus ganancias, caen sus margenes de beneficios. Cuando por ejemplo se concentran en usar más tecnólogias para aumentar sus ganancias, esto conduce a una disminución de la fuerza de trabajo puesto que la ampliación de las tecnólogias desencadena una disminución de los valores en los balances, lo que por su parte conduce a una nueva ronda de explotación de capital. Si vemos hoy en día como los capitalistas mundiales hacen elogios de la inteligencia artificial nos recuerda entonces a la historia de los antiguos griegos con los ciudadanos Troyanos, quienes recibieron con festividades el caballo troyano que trajo en su defecto su destrucción. Por esta razón Marx dijo que el capitalismo produce sepultureros que cabarán su propia tumba. La crisis del capitalismo se basa en contradicciones incurables que viven en si mismo.

A causa de la crisis del capitalismo, la vida de amplios sectores de la población cae a su vez en crisis. Ante esa crisis y para mantenerse en vida, el capitalismo intentará aumentar la explotación, robará los fondos de seguridad y destruirá el medio ambiente. Como consecuencia de las contracciones implícitas del capitalismo traerá consigo fracturas en las estructuras sociales, económicas y políticas. En la mayoría de los casos la gente construyen sus casitas dentro de esas fracturas y quedan allí encarcelados. Con ello esperan alcanzar un confort relativo en sus vidas ya que por el momento no entienden esas crisis como una crisis del capitalismo. Por lo tanto tienden a quedarse en seguridad mientras que la crisis pasa. Por si mismos, no llegaran a la conclusión de cambiar la economía capitalista o de ponerle fin a el poder estatal de los capitalistas. Tal como lo diagnostico Lenin, la clase obrera obtuvo su conocimiento a través de los sindicatos. Con respecto a ese conocimiento el cual es la conciencia de que por medio de luchas conjuntas pueden lograr algunas mejoras en su vida.

Las casitas que la gente ha construido en medio de esas fracturas toman diferentes formas. Movimiento medioambiental, feminismo, derechos humanos, movimientos anticulturales, movimientos nacionalistas y antiimperialistas, frentes contra la globalización, organizaciones de caridad, movimientos contra el racismo, movimientos contra mitos, movimientos por el no alcoholismo y movimientos por justicia social pueden ser nombrados como algunas de las muchas casitas. Tienen en semejanza que intentan solucionar todos esos problemas, sin reflexionar que están directamente conectados con la crisis del capitalismo y sin tener en cuenta la conexión de los problemas con el capitalismo. Esos esfuerzos de esperar una solución sin poner tan siquiera en cuestión el capitalismo, y de quedarse dentro del sistema económico capitalista y aceptando el poder estatal de la elite capitalista es solo un intento leve. Es solo una proclamación de la crisis y no la respuesta. Un gobierno capitalista puede entonces superarla fácilmente. Por esta razón, la clase gobernante y los mecanismos ideológicos crean casitas como aquellas, cuando la crisis del capitalismo conduce a fracturas. Cuando se piden pequeñas concesiones del capitalismo sin ponerlo en duda, el capitalismo se hace incluso mas fuerte. Si se toma ese camino no se alcanzará una revolución social, ni siquiera una evolución social. Es decir que las luchas sociales se hacen visibles en la superficie, pero de todas maneras serán aplastadas por la dominancia del capital y del poder estatal de la clase capitalista.

El individualismo es la base de todas esas luchas. El capitalismo no será derrocado, sino se lucha contra él y que se intenten diferentes cosas con capacidades individuales. Si la sociedad no se hace dueña de las posibilidades de producción, entonces la reivindicación por una relativa justicia no pondrá en cuestión la existencia del capitalismo. De esta manera, la respuesta a la crisis del capitalismo se mantendrá a la fuerza en limites pequeños y manejables, las cuales serán separadas de las luchas historias de clase.

Lenin tenía claras esas fracturas y creo un programa para modificarlas, en el cual él entraba a analizar cada una de esas casitas. En lugar de venerar la situación actual en la que él se encontraba, trabajo en desarrollar su conciencia revolucionaria. La herramienta que él necesito fue el partido bajo el ejemplo bolchewista. El partido revolucionario. Por un lado, Lenin unió todas esas casitas construidas en las fracturas en un movimiento de masas revolucionario. El construyó un partido que asumió la dirección organizativa y que les dio una conciencia política. El partido revolucionario es la organización política, que el creó para ese objetivo. Fue una organización basada en revolucionarios de profesión, que tenían un sentido claro de una ideología y una alta disciplina. Sin una organización de este ámbito todas las luchas populares tienen un final, que es una reacción a la crisis en el capitalismo, sin cambiar el capitalismo. Por lo menos necesitamos expertos políticos también para crear un plan en referencia al poder político.

El partido es una escuela donde se forman esos expertos. Las experiencias de la primavera árabe en el cercano oeste, los levantamientos en Lationamérica y África y también las recientes luchas de la gente en Sri Lanka y Bangladech nos muestran que Lenin tenia razón. La necesidad de un partido revolucionario es indispensable. En este momento, nuestra necesidad urgente no es la crisis del capitalismo o la respuesta radical a esa crisis. El capitalismo se encuentra en los comienzos de la mayor crisis de su existencia. La gente en todo el mundo está decidida a retomar la lucha. Faltan organizaciones políticas que ofrezcan una dirección política, que desarrollen y organicen planes para alcanzar el poder político y que puedan aumentar la calidad de la conciencia política de esas masas. Por eso, hoy en día sigue siendo importante para nosotros la contribución que Lenin hizo hace más de 100 anos en relación a la construcción del partido revolucionario.