Resolución final de la Conferencia de Zimmerwald 2.0
Queridas amigas y queridos amigos: Como Copresidenta del Frente Único, me complace presentarles la Resolución Final de la Conferencia de Zimmerwald 2.0, aprobada por unanimidad con cuatro abstenciones el 6 de septiembre de 2025. La Conferencia se caracterizó por una cultura de disputa marcadamente democrática. Esto a pesar del, o precisamente gracias al arte de no encubrir las diferencias de principios, pero al mismo tiempo, posponiendo las diferencias, esforzarse por lograr la mayor unidad posible en la lucha contra el peligro de guerra mundial y el fascismo. ¡Con éxito! La prueba de fuego será si y cómo las palabras van seguidas de hechos. La Conferencia se caracterizó por la gran voluntad de todos los participantes de intensificar la cooperación y mejorar la coordinación y la cooperación más allá de los países. El Frente Único, como organización organizadora, espera con alegría la futura cooperación. Monika Gärtner-Engel Copresidenta del Frente Único

- En plena Primera Guerra Mundial, la Conferencia de Zimmerwald de 1915 declaró en su manifiesto: “Los capitalistas de todos los países, que acuñan con la sangre de los pueblos la moneda roja de los beneficios de guerra, afirman que la guerra va a servir para la defensa de la patria, de la democracia y de la liberación de los pueblos oprimidos. ¡Mienten!”
La Conferencia de Zimmerwald aspiró a la unidad internacional del proletariado contra la guerra de los capitalistas y preparó la transformación de la guerra entre las potencias capitalistas e imperialistas en guerra civil y revolución. ¡Sólo la Revolución de Octubre puso fin a la guerra!
La Revolución de Octubre impulsó las posiciones de la “Izquierda de Zimmerwald” en muchos países. Después de todo, una de las primeras medidas de losconsejos soviéticosrevolucionarios después de la Revolución de Octubre fue el decreto sobre la paz. La Rusia revolucionaria puso fin unilateralmente a la guerra y llamó a los soldados de todos los países a confraternizar entre sí y a apuntar sus armas contra los explotadores de todos los países.
2. La Conferencia de Zimmerwald 2.0 tuvo lugar el 6 de septiembre de 2025 con en total 403 participantes de 32 países1, de los cuales 95 en persona y 308 en línea. Fue representado un amplio espectro de fuerzas democráticas, sindicales y revolucionarias de diferentes corrientes. Nos unía la idea de posponer las diferencias en una época de nuevo peligro de guerra (mundial) y de avance del fascismo.
Discutimos de manera solidaria y comprometida. Es evidente que aún quedan muchas controversias por esclarecer hasta alcanzar un frente mundial unificado contra la guerra, el capitalismo y el fascismo como forma más brutal de opresión de toda resistencia, contra la destrucción del medio ambiente y por la sociedad sin explotación ni opresión a la que todos aspiramos, y un movimiento transformador de la sociedad:
¿Hay que hablar de un sistema mundial capitalista o imperialista? ¿Qué países pueden calificarse hoy de imperialistas? ¿Cuáles son las causas económicas más profundas de la escalada de guerras a nivel mundial? ¿Tenemos que hablar de un peligro de guerra mundial o de una existente guerra mundial ? ¿Cuál es la alternativa social? ¿Cómo deben evaluarse los anteriores países socialistas y los del así llamado “socialismo realmente existente”?, ¿Qué lecciones pueden extraerse de ello? ¿Puede Hamás ser un aliado en la lucha de liberación palestina? ¿Con qué formas de organización luchamos contra la guerra, el capitalismo y fascismo como la forma más brutal de opresión de toda resistencia: Frente Único? ¿Frente Popular? ¿Qué papel desempeña la clase obrera y cuál es su conciencia actual? ¿Puede haber una paz duradera sin revolución?
También discutimos de manera controvertida el fundamentos teórico de nuestro movimiento transformador de la sociedad. Los revolucionarios chinos exigieron: propaguemos la idea de Lenin de que “el imperialismo es la guerra”. También se nos presentó el escrito de Lenin “El socialismo y la guerra”, de 1915, como orientación para el internacionalismo proletario, según el cual las guerras sólo pueden abolirse mediante el derrotismo proletario en tiempos de guerra, y el camino de la revolución socialista.
En resumen: hubo una animada y controvertida discusión de estrategia en torno a la pregunta: ¿qué significan las enseñanzas de Zimmerwald de 1915 para hoy en día?
Aún más significativo fue al mismo tiempo el muy amplio consenso:
3. Vivimos en un tiempo similar a los años previos a la primera Conferencia de Zimmerwald. También hoy en día, los cambios en las correlaciones de fuerzas en el mundo imperialista agudizan las contradicciones entre los Estados imperialistas por un nuevo reparto del mundo. El rearme militar ha alcanzado un nuevo récord de 2,718 billones de dólares estadounidenses. Vivimos en un tiempo de turbulencias peligrosamente crecientes como expresión de competencias interimperialistas, caracterizado por estallidos de enfrentamientos armados en puntos importantes de la Tierra. Los imperialistas resuelven sus grandes conflictos con la destrucción masiva de las fuerzas productivas y el asesinato de la clase obrera y la amplia masa de la población. El fascismo y la guerra son dos caras de una misma moneda.
Los Estados son prestadores de servicios de los monopolios internacionales y llevan los logros sociales conquistados al matadero para financiar la guerra. La guerra es la continuación de la política por otros medios: Hoy en día las contradicciones entre los imperialistas se agudizan cada vez más. Con la ayuda de guerras imperialistas quieren superar sus insolubles crisis económicas. Para aumentar las ganancias del capital monopolista agudizan a nivel mundial la explotación y opresión.
4. El surgimiento del fascismo en una “forma democrática” por el sistema pluripartidista burgués es un fenómeno del período de posguerra que no tiene ningún precursor histórico. Debido a su aparente imagen democrática es al mismo tiempo lo más engañoso. Por ejemplo cuando exige “capacidad de defenderse”, “unidad nacional”, “capacidad de hacer la guerra”. Y de hecho ha engañado a muchos que intentan reconocer al fascismo en su forma y no en su contenido o en sus rasgos característicos. En este proceso actúan autoproclamados “demócratas” burgueses y liberales junto con los de extrema derecha. La fascistización de la sociedad hacia el interior se impone casi “furtivamente” con el aspecto de la guerra imperialista hacia el exterior y aparentemente en el marco de la democracia burguesa. Este desarrollo fue también discutido con la caracterización de “fascismo moderno”.
5. Los tiempos actuales empujan a una conferencia de las fuerzas que luchen con toda consecuencia contra las actuales guerras de rapiña y contra una Tercera Guerra Mundial. Fuerzas que rechacen de manera consecuente todo tipo de defensa de una guerra o paz imperialista, de defensa de la patria y de política de paz social, de justificación de la política imperialista.
6. El desenlace de la historia dependerá esta vez de si los asalariados vuelven a hacer suyas las preocupaciones de la nación a costa de una guerra mundial y realizan los sacrificios que ello exige, tanto materiales como espirituales. O si cambian de opinión. Aunque es cierto que el fascismo y el conservadurismo están ganando terreno a nivel mundial, también es cierto que existe un despertar del sentimiento democrático y revolucionario con matices progresistas cada vez más claros. El descontento crece en los tentáculos del propio monstruo. El vislumbre de esperanza es el surgimiento de la resistencia de la población.
7. Los capitalistas de Trump están transformando rápidamente a los EE.UU. en un estado policial fascista militarizado. Éstas son las consecuencias del imperialismo, no importa si los presidentes se llaman por ejemplo Trump, Biden u Obama. Ante estos desarrollos en los EE.UU. hay que tomarse muy en serio el peligro de una guerra mundial. El posible resultado es una guerra nuclear que destruirá la civilización y provocará un “invierno nuclear” que conducirá a la extinción de la vida en la Tierra.
8. La militarización está indisolublemente ligada a la destrucción del medio ambiente. La explotación de las trabajadoras y los trabajadores y la destrucción del medio ambiente son dos caras de la misma moneda. La protección del medio ambiente no es sólo una causa ecológica, sino también humanitaria, una causa de paz y de derechos humanos. El movimiento ecologista y el movimiento por la paz deben unirse en un frente de lucha común internacional.
9. Las guerras imperialistas destruyen el futuro, en particular el futuro de la juventud.¡Alistarse en el ejército no es una perspectiva para la juventud! La lucha antimilitarista de la juventud se desarrolla, pero hay que intensificarla. Las compañeras y los compañeros mayores están obligados a intensificar la lucha conjunta entre jóvenes y mayores por una sociedad sin explotación y opresión capitalista en el sentido del futuro de la juventud.
10. Las mujeres se ven doblemente afectadas por la carga de la guerra, sea por la pérdida de familiares, la destrucción de su base de vida o la amenaza a la que están expuestas.
11. La guerra imperialista es un proyecto que abarca a toda la sociedad: desde los laboratorios de ideas (think tanks) de la extrema derecha, pasando por todos los partidos burgueses hasta las naves de las fábricas. Desde los noticieros, pasando por las redes sociales, hasta las universidades, escuelas profesionales, escuelas primarias y los jardines de infancia. Desde los ejercicios militares, pasando por la preparación para la guerra de los hospitales en el marco de la cooperación civil-militar, hasta la política fiscal y presupuestaria.
Tenemos que oponernos a la tendencia general hacia la política de rearme, la psicología bélica y las ideologías reaccionarias. Todas las afirmaciones de paz de las potencias imperialistas son mentiras. Cada vez que hablan de paz, sabemos que están preparando nuevas guerras injustas.
12. Hoy en día, el socialchovinismo está en auge. Pero un proletariado que se conforma con el más mínimo acto de violencia de “su” nación contra otras naciones no puede ser socialista. Por eso hay que destacar en particular la importancia del deslinde ideológico y organizativo frente a los socialchovinistas. Se debe promover la conciencia de clase de las obreras y obreros para que no permitan ser instrumentalizados en ningún caso por uno u otro partido del capital. El anticomunismo, el nacionalismo y el (social)chovinismo son dos caras de una misma moneda. ¡No les demos ninguna chance! Ninguna unión con aparentes o pretendidas “alternativas geopolíticas” como Rusia, China o los BRICS, o una UE supuestamente pacífica. El enemigo principal está en nuestro propio país. ¡Obreros no disparan a obreros!
13. En un mundo de diferentes bandos capitalistas, las y los trabajadores no tienen ningún bando al que unirse. Sólo las y los trabajadores, que constituyen la gran mayoría de la población, pueden poner fin a la guerra. ¡Promovemos la unidad obrera internacional! Necesitamos alianzas de los trabajadores para la cooperación y coordinación de las luchas, así como un frente único mundial de las organizaciones de las y los trabajadores contra la guerra, el capitalismo y fascismo como forma más brutal de opresión de todo tipo de resistencia, contra la destrucción del medio ambiente y cualquier opresión social.
14. Imperialismo significa guerra. Mientras no se eliminen el imperialismo y capitalismo a nivel mundial, habrá guerras. El rechazo de la guerra y el fascismo no debe ser sólo un eslogan que repitamos en las conferencias, sino que debe ser una obligación moral, en palabras y hechos, hacia la humanidad.
15. La oprimida población palestina se resiste a una guerra genocida. También en Israel existe una creciente oposición contra el gobierno ultraderechista de Netanyahu por su agravación de la guerra genocida. Apoyamos la resistencia y exigimos: armisticio inmediato y duradero y ruptura total de los gobiernos con Israel; cese de las exportaciones de tecnología armamentística y de material de doble uso (civil y militar); desbloqueo inmediato de la ayuda humanitaria.
16. En la guerra de Ucrania, combatimos la matanza interimperialista y estamos del lado de las masas en Ucrania y Rusia. No nos ponemos del lado de la clase dominante de Rusia ni del lado de la de Ucrania, o sea del lado de la OTAN. Estamos tanto en contra de los poderes dominantes en Rusia, como de los en la OTAN. Hacemos hincapié en la lucha contra el enemigo en el propio país: nuestro lado es el de los explotados y oprimidos. Luchamos por un armisticio inmediato y duradero.
17. Acabamos con el silencio en torno a las guerras en África, como particularmente en Sudán, el Este del Congo o Sáhara Occidental y desenmascaramos el papel de los países imperialistas y los monopolios.
18. El Oriente Medio está en ebullición. La lucha de liberación en Irán necesita también nuestro apoyo y la solidaridad internacionalistas. Pues los obreros, las mujeres y las minorías nacionales oprimidas como los turcos, azerbaiyanos, baluchíes y personas árabes luchan bajo condiciones muy difíciles contra el fascismo y las guerras.
19. Las protestas son una medida necesaria, pero no suficiente. Es necesario elaborar una alternativa positiva. ¡Por un nuevo internacionalismo proletario! ¡Se necesita un nivel superior de la coordinación internacional! La base es una infraestructura autónoma de las organizaciones políticas y fuerzas proletarias, independiente de la clase dominante. Sin embargo, debe preservarse la autonomía ideológica y organizativa de cada organización. Necesitamos pasos prácticos de la coordinación y cooperación internacional, tales como días de lucha conjuntos o plataformas internacionales autónomas de información, p. ej. un canal obrero.
En todos los países deben construirse amplias plataformas que abarquen a la masa de las y los trabajadores y de la juventud, así como a todas las fuerzas antiimperialistas y antifascistas, con los revolucionarios en el centro, para organizar movimientos de masas combativos contra la política de los gobiernos burgueses, contra la explotación capitalista, las maniobras bélicas imperialistas, la cultura fascista y los ataques fascistas en todos los ámbitos de la vida. Debemos esforzarnos por una coordinación global de estos movimientos. Es en particular la tarea de las y los revolucionarios impulsar en estas amplias plataformas la orientación de la lucha contra la propia burguesía y su Estado imperialista.
20. No puede haber paz sin un profundo cambio social, sin la creación de una sociedad sin explotación ni opresión. Es una tarea difícil, que se enfrentará a una dura represión, pero es la única por la que vale la pena luchar. Muchos de nosotros compartimos la opinión que Rosa Luxemburgo expresó hace 100 años: ¡osocialismo o hundirse en la barbarie!
Reafirmamos nuestro compromiso conjunto de trabajar y luchar para que la luz triunfe sobre la oscuridad y que la voluntad de la humanidad por la libertad y la justicia se vuelva unafuerza invencible.
1Suiza, Austria, Italia, España, Sáhara Occidental, Palestina, Turquía, Alemania, Bulgaria, Suecia, Francia, Congo, República Dominicana, Argentina, México, EE.UU., Países Bajos, Rusia, China, Brasil, Perú, Puerto Rico, Indonesia, Filipinas, India, Yemen, Irán, Bangladesh, Siria, Hong Kong, Túnez, Uruguay.